MÁS DE 60 SOLDADOS ESTÁN SIENDO INVESTIGADOS POR VIOLADORES, UNA NIÑA DE APENAS 3 AÑOS FUE BRUTALMENTE ASESINADA Y ABUSADA.
GRAN ESCÁNDALO EN TODA COLOMBIA TRAS EL DESTAPE DE QUE LOS MILITARES Y POLICÍAS LOCALES HAYAN ASESINADO A MÁS DE 20 NIÑOS.
DESDE HACE TRES SEMANAS, CERCA DE SESENTA SOLDADOS ESTÁN SIENDO INVESTIGADOS POR LA VIOLACIÓN Y EL ASESINATO DE LOS HERMANOS YENNY, JIMMY Y JEFFERSON, DE 14, 9 Y 6 AÑOS, RESPECTIVAMENTE, LOS HIJOS DE UN HUMILDE CAMPESINO DE ARAUCA, AL NORTE DE COLOMBIA.
El 14 de octubre, en Arauca, Colombia, tres niños, Jefferson Torres (de 6 años), Jimmy Torres (9 años) y Jenny Narvey Torres (14 años), fueron secuestrados, violados y asesinados por soldados de la Octava división del Ejército colombiano.
Unos campesinos de la región, entre los cuales estaba el quebrado padre, encontraron los cuerpecitos torturados en una fosa común. Se ha encontrado sangre en los morrales de 8 de los 60 soldados de esa unidad del ejército, y semen en los cuerpitos amoratados de los niños. Además al menos 8 militares presentan rasguños.
Unos campesinos de la región, entre los cuales estaba el quebrado padre, encontraron los cuerpecitos torturados en una fosa común. Se ha encontrado sangre en los morrales de 8 de los 60 soldados de esa unidad del ejército, y semen en los cuerpitos amoratados de los niños. Además al menos 8 militares presentan rasguños.
Se trata de un crimen realizado por unos hombres amparados por la impunidad y la costumbre a las prácticas de Terrorismo de Estado.
José padre de los niños.
Siete militares son los principales sospechosos.
Reconstruccion los hechos.
Una palmera de enormes hojas y una enredadera con flores blancas se plantan sobre el suelo como mudos guardianes de los dos huecos en los que por espacio de al menos 48 horas estuvieron sepultados los cuerpos de Jenny (14 años), Yimi (9 años) y Jefferson (6 años).
La tierra todavía está removida y la manigua trata de recuperar el terreno que le robaron quienes asesinaron brutalmente a los niños y luego cavaron dos improvisadas fosas en medio de la maleza y en donde los lanzaron como para que el monte se tragara el delito. La menor fue violada y luego asesinada.
Los tres, de acuerdo con campesinos que estuvieron en el levantamiento de los cadáveres, al parecer fueron golpeados, estrangulados y puñaleados.
Sucedió en la vereda Temblador, sector de Flor Amarillo, en el municipio de Tame (Arauca), una zona azotada por la violencia de los grupos irregulares. Todo indica que fue en la tarde del pasado 14 de octubre.
En la mañana de ese jueves, como de costumbre, don José Torres, un humilde labriego, se levantó hacia las 4:30 de la mañana. Alumbrado por la tenue luz de una vela y en medio del canto de los gallos y el ruido lejano de los alcaravanes, a este boyacense y padre soltero de 49 años lo sorprendió el amanecer.
Sobre las 6 de la mañana su hija Jenny, de un cuerpo menudo que aunque tenía 14 años la hacía aparecer de menos de 12, fue la primera en levantarse. Mientras su padre salía para trabajar en una finca cercana, ella llamó a sus hermanos para que le ayudaran a cargar la leña para prender el fogón. No tenían afán, estaban en la semana de receso escolar
Tampoco sentían temor, sabían que desde hacía una semana un grupo del Ejército estaba acampando a menos 500 metros de su casa. Es más, en dos ocasiones los soldados habían llegado hasta la casa y le habían preguntado a los menores por su padre.
Los niños, de acuerdo con el relato de don José, debieron preparar el mismo desayuno de todos los días: un poco de plátano y yuca con agua de panela. Leche no había. Luego debieron bañarse a totumadas en el Jaguey, un pequeño pozo de aguas amarillentas. Ese jueves ya habían terminado las tareas que el profesor les había dejado a Jenny y a Yimi, Ambos estudiaban en la escuela Caño Martín, a una hora a pie desde su casa. Claro que veces se iban los dos en una vieja bicicleta o incluso en ocasiones en un burro. Jefferson todavía no estudiaba.
Hacia el mediodía de ese jueves, su padre retornó a la casa. "La niña estaba alistando el almuerzo y los dos niños estaban jugando por la cocina", recuerda el campesino que ahora está en Arauca.
Asegura que no se demoró, que recogió un repuesto para la guadaña y se volvió para la finca vecina en la que trabaja rozando un cacaotal.
Sobre la 1:30 de la tarde su compañero de trajín Éver Sáchica, fue a la casa por otro repuesto, pero no encontró a nadie, Creyeron que habían salido donde algún vecino.
Al anochecer, José volvió a su hogar, un rancho de tabla con piso de barro, en el que no había camas, solo unos tablones sobre los cuales acomodaban unos colchones en los que podrían considerarse dos habitaciones. Los buscó y no los encontró. Fue la primera de varias noches de insomnio.
Al siguiente día ensilló una bestia y salió a recorrer la vereda. Nadie daba razón de ellos y por eso decidió ir a Tame a poner la denuncia.
Mientras tanto, cuatro campesinos del lugar se unieron a la búsqueda. Entrada la noche encontraron en el monte un trillo (maleza caída). Lo siguieron hasta que vieron la tierra aplanada que había sido cubierta con hojas.
"Con un machete escarbamos y sentimos algo raro. Además, encontramos una chancleta de la niña", contó Carlos Alberto Santamaría, vecino de don José.
Los labriegos dejaron el sitio como estaba y acordaron volver al siguiente día. Así lo hicieron, escarbaron con cuidado hasta que en medio de la tierra revuelta apareció un pequeño codo. En ese momento no tuvieron ninguna duda.
Pero la Fiscalía consideró que en el sitio no había condiciones de seguridad y por eso el levantamiento terminó haciéndolo esa noche, a la luz de unas linternas, la Cruz Roja.
Don José logró vencer la resistencia de los socorristas y ayudó a desenterrar a sus hijos.
"Él decía que se controlaba, pero de todas maneras, las lágrimas se le escurrían", contó Esteban Medina, dirigente comunal quien participó de la exhumación. "Solo se lamentaba cuando se desenterraba alguno de los cuerpitos", narró.
Esa misma noche, pasadas las 10, la diligencia terminó. El carro de la Cruz Roja se alejó por la serpenteante trocha con los cuerpos, y don José se quedó en la casa de Santamaría.
"Él no durmió nada, uno lo sentía llorando en la hamaca", contó Sáchica. Desde esa noche, él no ha vuelto a la casa.
Allí se quedó su plantación de plátano y yuca. El rancho se lo tomaron las avispas. La ropa de sus hijos, así como lo cuadernos se los llevó su hija mayor que vive a una hora del lugar.
Llegar al sitio donde mataron a los niños no es fácil. Los propios moradores del lugar confesaron en voz baja el temor. "La semana pasada estuvieron por ahí los otros (las Farc) y nos da miedo que hayan puesto minas", reconoció un habitante del sector. Mientras tanto, don José está en Arauca, refugiado en la casa de un amigo. Acusa directamente a los militares del cruel asesinato de sus hijos. "Fueron ellos, no tienen perdón por lo que hicieron con mis hijos", dijo.
Se lamenta que lo única que le llega su mente es la imagen de sus hijos destrozados cuando los sacaron de los dos huecos. Pero con lágrimas recuerda que esta semana se soñó con ellos, que se reían y que se abrazaron. "En medio del sueño yo los vi y los sentí, lo único que hice fue decirles 'hijitos, si hice algo malo o fui un mal padre, perdónenme, sé que están en el cielo porque ustedes son angelitos", contó mientras la lágrimas comenzaron a brotarle.
En Flor Amarillo hay mucho dolor por este hecho. Los vecinos sindican al Ejército y esperan que este hecho no quede impune, ni se pierda, como están seguros que la maleza borrará los dos huecos en los que los niños fueron tirados.
Entretanto, don José solo quiere conseguir una plata para ir a Tame y poner "una lápida bonita" sobre las tumbas de sus tres hijos.
El ADN dará la pista de los asesinos
La Fiscalía está esperando los resultados de siete pruebas de ADN practicadas al mismo número de militares de la Brigada Móvil que estuvo en Tame por los días de los crímenes.
No se cotejarán solamente con los rastros de semen hallados en el cuerpo de la niña, sino con trazas de piel hallados en sus uñas. Varios de esos militares tienen, según un reporte conocido por EL TIEMPO, rasguños que no han podido explicar.
Los mandos de ese grupo deberán explicar sus actuaciones y las de los hombres bajo sus órdenes en Tame. Los fiscales dicen que difícilmente una sola persona habría cometido sin ayuda el abuso sexual y luego los asesinatos.
Un reconocimiento de fotografías con otra menor víctima de un ataque sexual en la misma vereda también juega en el caso, que hasta ahora tiene a militares como principales sospechosos.
Otra víctima
Caso de violación. El pasado 2 de octubre, también en el sector de Flor Amarillo, en Tame, se conoció un caso de violación a una menor de 13 años. Al parecer, el autor del crimen habría sido un soldado del Ejército.
Por: Jorge Enrique Meléndez Enviado especial de EL TIEMPO 30 de Octubre del 2010
DESDE HACE TRES SEMANAS, CERCA DE SESENTA SOLDADOS ESTÁN SIENDO INVESTIGADOS POR LA VIOLACIÓN Y EL ASESINATO DE LOS HERMANOS YENNY, JIMMY Y JEFFERSON, DE 14, 9 Y 6 AÑOS, RESPECTIVAMENTE, LOS HIJOS DE UN HUMILDE CAMPESINO DE ARAUCA, AL NORTE DE COLOMBIA.
LOS CADÁVERES FUERON ENCONTRADOS EN DOS FOSAS EL 16 DE OCTUBRE PASADO, CON SIGNOS DE TORTURA EN SUS CRÁNEOS, EN EL CUELLO Y EN SUS EXTREMIDADES INFERIORES.
A CAUSA DE ESTE CASO QUE REVOLUCIONÓ AL PAÍS Y AL MUNDO, LLEVÓ A LA DESTITUCIÓN DE SIETE MILITARES DE ALTO RANGO Y POR EL QUE ESTÁ EN LA CÁRCEL AL TENIENTE MUÑOZ, QUIEN FUE EL QUE DESTAPÓ OTRA OLLA PODRIDA: UN INFORME DEL INSTITUTO DE MEDICINA LEGAL, PUBLICADO ESTA SEMANA, REVELÓ OTRAS DIECIOCHO HISTORIAS SIMILARES OCURRIDAS ESTE AÑO EN COLOMBIA.
SON DIECIOCHO CASOS LOS QUE SE ENCUENTRAN SOBRE LA MESA, DELOS CUALES TRECE HAN SIDO COMETIDOS SUPUESTAMENTE POR INTEGRANTES DE LA POLICÍA Y CINCO POR EL EJÉRCITO.
UNO DE LOS CASOS QUE MÁS CAUSÓ ASCO Y REPUGNANCIA ES EL DE UNA NIÑA DE TRES AÑOS, VIOLADA AL PARECER POR UN AGENTE DE LA POLICÍA EN LA PROVINCIA DE NORTE DE SANTANDER.
TRECE VIOLACIONES Y MUERTES DE MENORES PESAN SOBRE LA POLICÍA, Y OTRAS OCHO SOBRE MILITARES EN ACTIVO
CUANDO VIOLABA SOLÍA LLEGAR AL BATALLÓN MILITAR SUDADO, ANSIOSO. SE DESVESTÍA, ALGUNA VEZ SE RAPÓ EL PELO Y SIEMPRE SE BAÑÓ UNA Y OTRA VEZ CON AGUA Y MUCHO JABÓN, DIJO UNO DE LOS SOLDADOS QUE TESTIFICA EN UN CASO QUE TIENE EN JAQUE AL EJÉRCITO Y ESTUPEFACTA A TODA COLOMBIA.
«EL 2 DE OCTUBRE —DÍA EN QUE OCURRIÓ UNA DE LAS VIOLACIONES POR LAS QUE ESTÁ SIENDO ACUSADO EL TENIENTE RAÚL MUÑOZ— SE PERDIÓ DESDE POR LA MAÑANA. SE FUE SIN DECIR NADA Y CUANDO REGRESÓ SE RAPÓ LA CABEZA SIN JUSTIFICACIÓN ALGUNA... EL 14 DE OCTUBRE, DÍA EN QUE FUERON ASESINADOS LOS TRES NIÑOS, SE FUE TEMPRANO OTRA VEZ Y CUANDO REGRESÓ SE QUITÓ EL TRAJE DE CAMUFLAJE, LO ENVOLVIÓ, LO GUARDÓ Y SE BAÑÓ LARGO RATO», RELATÓ EL TESTIGO.
CON CASOS TAN MISERABLES COMO ÉSTE, LA IMAGEN DEL EJÉRCITO COLOMBIANO QUEDA POR EL SUELO, POR ESA RAZÓN, EL COMANDANTE EN JEFE DEL EJÉRCITO, GENERAL ALEJANDRO NAVAS, Y EL MINISTRO DE DEFENSA, RODRIGO RIVERA, VIAJARÁN A ARAUCA PARA DISCULPARSE CON TORRES, EL PADRE DE LOS MENORES QUE JAMÁS VOLVIERON A SU CASA, ADEMÁS LO HARÁN CON TODO EL PAÍS EN UN ACTO PÚBLICO.
EL ACTUAL PRESIDENTE JUAN MANUEL SANTOS EXPRESÓ: «COMO PRESIDENTE, COMO COLOMBIANO, COMO SER HUMANO, LAMENTO Y CONDENO ESTOS ACTOS CRIMINALES, Y ESPERO QUE SUS AUTORES SEAN IDENTIFICADOS Y CASTIGADOS EJEMPLARMENTE».
SANTOS ASEGURÓ QUE ESTOS HECHOS ESCALOFRIANTES EN EL QUE HAN ASESINADO A MENORES, SOBREPASAN CUALQUIER CALIFICATIVO.
«QUE CAIGA TODO EL PESO DE LA LEY SOBRE ESOS DESADAPTADOS, ESOS SÁTIROS, ESOS COBARDES QUE FUERON CAPACES DE ATENTAR CONTRA NUESTROS NIÑOS», MANIFESTÓ.
MUÑOZ, UNO DE LOS IMPLICADOS, QUIEN CONFESÓ HABER VIOLADO PERO NO ASESINADO A LA NIÑA FUE SÍNICO AL DECIR:"ELLA ERA MI NOVIA", DIJO. SEGÚN UN INFORME DE LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO, LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES COLOMBIANOS CORREN GRAVES RIESGOS EN LAS ZONAS DONDE HAY GRUPOS ARMADOS. NO SÓLO LOS RECLUTAN, SINO QUE LOS EXPLOTAN SEXUALMENTE.
EL DEFENSOR DEL PUEBLO COLOMBIANO EXIGIÓ QUE SE DEBEN DE IMPLEMENTAR ACCIONES URGENTES QUE PROTEJAN A LA POBLACIÓN INFANTIL COLOMBIANA DE ESTE TIPO DE ABUSOS POR PARTE DE LAS "SUPUESTAS AUTORIDADES".
Fuentes LA RAZON ECUADOR
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